El origen de la muestra, que ha sido inaugurada este viernes por la alcaldesa, Inmaculada Jiménez, tiene su origen en la película documental sobre la obra de Grande, "Pantalla Rasgada", en la que el director incluyó fotografías de Carrión
El Museo López Torres de Tomelloso muestra estos días, hasta el 28 de enero, la obra de dos artistas de la localidad: el pintor y escenógrafo Marcelo Grande y el fotógrafo Javier Carrión, que vuelven a juntar sus caminos, esta vez en una exposición que, como la amistad entre ambos, tiene su origen en la película documental sobre la obra del primero, “Pantalla Rasgada”, de Gerardo Gormezano, en la que Carrión está presente, a través de sus fotografías.
La exposición ha sido inaugurada este viernes por la alcaldesa de la ciudad, Inmaculada Jiménez, acompañada por el concejal de Cultura, Raúl Zatón, en un multitudinario acto que ha contado con la presencia de los dos artistas y el director de la película, que ha sido previamente proyectada.
Contar en el Museo López Torres con esta exposición, ha apuntado la alcaldesa, pone de manifiesto “la importancia cultural dela ciudad” que en los últimos días ha quedado patente también en otras dos destacadas exposiciones, la que se puede ver de la Asociación de Acuarelistas de Castilla-La Mancha, en la Posada de los Portales y la de obras premiadas y seleccionadas en el XVI Certamen Cultural de Bodega Almazara Virgen de las Viñas, que el jueves se inauguró en el Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena de la entidad. Tomelloso, ha dicho Jiménez, “es el epicentro de la cultura, es Posada de Vid y Cultura”
De los artistas ha destacado que “tienen el paisaje manchego en contraposición de sus características y rasgos” y su estrecha vinculación con Tomelloso. “A pesar de que Marcelo Grande reconozca en la película que lo que él ansiaba era salir de su pueblo, yo creo que lo que ahora quiere es volver a Tomelloso, estar en Tomelloso y sentirse querido por los vecinos de su ciudad natal”, ha dicho Jiménez.
Él mismo ha reconocido que cuando los tomelloseros se van de Tomelloso “salimos de la cepa, del bombo, de los caminos y eso te queda impregnado a través de los años”.
Grande se ha mostrado muy satisfecho con la exposición, en la que está muy presente su pasión por el cine, que se remonta a sus recuerdos de infancia, “del Cine Principal de Tomelloso donde veía las películas sentado en el gallinero”. Unos recuerdos que asegura, le han acompañado toda la vida. Allí comenzó a admirar a muchos actores por los que confiesa, después de trabajar con ellos ha perdido toda esa admiración.
La exposición muestra obra que tenía en marcha ya cuando se grabó la película en el año 2014 y que ahora, ya acabada, quería exponer y otras cosas más recientes, como algunos linóleos de retratos de parejas. Hay también algunas figuras de cerámica, obra del artista. De Javier Carrión se pueden ver las fotografías que aparecen en la película y que ahora ha completado con alguna más. “Son imágenes muy de aquí de nuestra tierra, aunque no todo son paisajes, en las que Gormezano debió ver el carácter sobrio y austero de Marcelo”, afirma. También expone una serie de retratos fruto del trabajo al que ahora se dedica más de lleno, relacionado con el mundo de la moda, la publicidad, revistas y discos.
Para Carrión, exponer con Marcelo Grande y haber formado parte antes de la película sobre el artista tomellosero es “una suerte y un orgullo”. Fue el director del documental quien, viendo una exposición en la Escuela de Arte se fijó en las fotografías de Javier Carrión y decidió incluirlas en la película.
En Pantalla Rasgada, “una película sin guión, en la que el guión lo marca el propio cuadro”, hilo conductor de la historia documental, según el propio director, Gormezano no ha pretendido dar una imagen concreta de La Mancha sino ser simplemente “portavoz de lo que dicen las imágenes”, de un paisaje por el que siente atraído y que no difiere tanto, asegura del que se puede ver en algunas zonas de Cataluña, el otro escenario en el que se desarrolla la película. La parte del rodaje en Tomelloso, ha explicado, “tiene la simbología del pasado, de la vida anterior de Marcelo”.
No siempre es fácil, ha incidido el director, trabajar con Marcelo Grande, “porque es una persona extrovertida, pero tímida a la vez” y no quería nunca “ponerse sesudo ni intelectual” y al mínimo atisbo de que eso pasaba, “enseguida rompía la baraja y teníamos que volver a empezar”.